Ejercicios para la lumbalgia: Guía práctica de un kinesiólogo
- Christian Saavedra
- 15 jul
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 25 jul
¿Qué es la lumbalgia?
La lumbalgia es el dolor que se siente en la parte baja de la espalda, justo donde termina la columna antes de los glúteos. Es una afección muy común: el 80% de la población sufrirá dolor de espalda en algún momento de su vida. Según la OMS, la lumbalgia se define como dolor en la región lumbar (entre las costillas inferiores y los glúteos). A menudo se clasifica como aguda (dura pocas semanas) o crónica (meses o más). Casi todas las personas la padecerán al menos una vez en la vida. Puede ir acompañada de rigidez, “tirones” o incluso dolor que irradia hacia las piernas. Aunque es intenso, normalmente el dolor mejora con movimiento y ejercicios adecuados.
¿Por qué duele la zona lumbar?
La lumbalgia puede tener muchas causas. Generalmente aparece por tensión o desequilibrio en los músculos de la espalda y el abdomen, o por lesiones menores en los discos vertebrales. Las causas más frecuentes incluyen contracturas musculares, inflamación de articulaciones facetarias o desgaste de los discos por la edad o esfuerzos repetidos. También puede desencadenarse por malas posturas al sentarse o dormir, levantar objetos sin doblar las rodillas, sobrepeso o falta de ejercicio. Incluso fumar aumenta el riesgo de dolor lumbar, pues es identificado como factor de riesgo que empeora la salud de los discos intervertebrales.
Cómo ayuda la kinesiología
En tu caso, un kinesiólogo evaluará qué provoca tu dolor lumbar y te guiará con un plan de ejercicios personalizado. El objetivo es llegar a la causa del dolor y atacarla con rehabilitación específica. De hecho, “la rehabilitación (kinésica) es de suma importancia en el tratamiento para disminuir el dolor lumbar”. La OMS también destaca que "en todos los tipos de lumbalgia... la rehabilitación es fundamental" para que las personas retomen sus actividades normales y mejoren su funcionalidad. Por eso, el kinesiólogo te enseñará movimientos que fortalecen espalda y abdomen, mejoran la postura y alivian la rigidez. Mantenerte activo con estos ejercicios moderados suele acelerar la recuperación. Con el tiempo, notarás más flexibilidad y menos dolor.

Ejercicios recomendados para la lumbalgia
A continuación verás algunos ejercicios aprobados por fisioterapeutas y kinesiólogos. Son movimientos simples que puedes hacer en casa sin equipamiento especial. Recuerda: no deben doler. Hazlos despacio y solo hasta el límite de comodidad. Si notas dolor agudo, un hormigueo fuerte o debilidad, detén el ejercicio y consulta al kinesiólogo.
Ejercicio | ¿Cómo hacerlo? | Beneficios |
Abdominal básico | Acuéstate boca arriba con rodillas dobladas y pies apoyados. Al inhalar, lleva una rodilla al pecho (sujetándola con las manos); al exhalar, baja la pierna lentamente. Repite 8 veces con cada pierna. | Trabaja los músculos abdominales bajos que sostienen la espalda. Mejora la estabilidad lumbar y alivia la tensión en la parte baja de la espalda. |
Bird Dog (cuatro apoyos) | Ponte en cuatro apoyos (manos bajo hombros, rodillas bajo caderas). Extiende lentamente la pierna derecha hacia atrás y el brazo izquierdo hacia adelante, manteniendo la espalda recta. Mantén 5 segundos y regresa. Cambia de lado (pierna izquierda, brazo derecho). Repite 8-12 veces por lado. | Fortalece los músculos de la espalda baja y el abdomen simultáneamente, mejorando la coordinación y la alineación de la columna. |
Puente lumbar | Acuéstate boca arriba con rodillas dobladas, pies separados al ancho de las caderas. Al exhalar, eleva las caderas del piso hasta formar una línea recta desde rodillas hasta los hombros. Mantén 1-2 segundos arriba y baja al inhalar. Realiza 8-12 repeticiones. | Activa glúteos y lumbares. Este ejercicio moviliza la cadena posterior completa, reduciendo la rigidez en la espalda baja y fortaleciendo esos músculos. |
Estiramiento piriforme | Acuéstate boca arriba y cruza el tobillo derecho sobre la rodilla izquierda. Tira suavemente de la rodilla izquierda hacia el pecho hasta sentir un estiramiento en la cadera derecha. Mantén 20-30 segundos y cambia de pierna. | Libera la tensión del músculo piriforme y otros músculos de la cadera, que a menudo irradian dolor a la espalda baja. Aumenta la flexibilidad de la pelvis. |
Inclinación pélvica | Acuéstate boca arriba con rodillas dobladas y pies apoyados. Contrae el abdomen y pega la espalda baja al suelo sin levantar caderas. Mantén 5 segundos y relaja. Haz 8-10 repeticiones. | Refuerza los músculos profundos de la zona lumbar y el abdomen. Al mejorar el control de la pelvis, disminuirás la presión sobre las vértebras lumbares. |
Consejo práctico: Respira hondo durante cada ejercicio y relájate entre repeticiones. Trata de hacer esta rutina al menos 3 veces por semana, ya que la constancia es clave para notar mejoras.

Beneficios de la kinesiología a domicilio
Recibir terapia kinésica en casa tiene muchas ventajas. No necesitas desplazarte a una clínica, lo que ahorra tiempo y dinero. En la comodidad de tu hogar estarás más relajado y puedes concentrarte mejor en cada ejercicio. Además, el kinesiólogo puede adaptar las sesiones a tu espacio: revisará tu silla, el colchón donde duermes o tu escritorio para mejorar tu postura durante todo el día. Esta atención 100% personalizada suele acelerar la recuperación. Incluso, la comodidad de recibir tratamiento en casa aumenta significativamente el cumplimiento de las indicaciones del kinesiólogo.
En Chile (especialmente en Santiago) la kinesiología a domicilio está bien regulada. Solo necesitas una orden médica de un doctor para comenzar el tratamiento. Con esa orden puedes recibir un programa kinésico completo, normalmente de unas 10 sesiones de terapia. En cada sesión, el kinesiólogo te enseñará nuevos ejercicios y te explicará cómo realizar tus actividades diarias (sentarte, caminar, levantar peso) de forma segura. Por ejemplo, en KinePrime nuestros kinesiólogos llegan a tu hogar para enseñarte la rutina de ejercicios adecuada a tu caso y guiarte paso a paso en tu recuperación.

Consejos prácticos
Mantén buena postura al sentarte: Siéntate con la espalda recta y los hombros relajados. Usa una silla con soporte lumbar o coloca una toalla enrollada en la curva baja de tu espalda.
Levanta objetos correctamente: Dobla las rodillas y utiliza la fuerza de las piernas, manteniendo la espalda derecha. Evita inclinarte desde la cintura.
Descanso adecuado: Duerme de costado o boca arriba con una almohada entre las piernas o debajo de las rodillas para aliviar la presión en la zona lumbar.
Actividad diaria: Camina al menos 20 minutos al día; la marcha suave ayuda a oxigenar los músculos de la espalda. Otras actividades como pilates suave o yoga también mejoran la movilidad.
Calor local: Si sientes dolor o rigidez, aplica calor local (por ejemplo, una bolsa de agua tibia) en la parte baja de la espalda antes de ejercitarte. El calor relaja los músculos tensos.
No abuses del reposo: Aunque duela, trata de moverte con cuidado. El reposo prolongado puede debilitar los músculos y hacer que el dolor vuelva con más fuerza.
Mantén un peso saludable: Cada kilo de más aumenta la carga sobre tu columna lumbar. Una dieta equilibrada y ejercicio regular ayudan a reducir el dolor.
Evita el cigarrillo: Fumar puede dificultar la recuperación lumbar, ya que empeora la circulación sanguínea en los discos vertebrales.
Conclusión
La lumbalgia puede ser muy dolorosa, pero con ejercicios adecuados y ayuda profesional puedes mejorar mucho tu dolor y calidad de vida. Estos ejercicios fortalecen tu espalda y te preparan para las actividades diarias. Lo más importante es obtener una orden médica antes de comenzar, así un kinesiólogo profesional (a domicilio o en clínica) podrá diseñar el tratamiento correcto para ti.
La OMS destaca que en todo caso de lumbalgia "la rehabilitación es fundamental". No subestimes este consejo: con el tratamiento kinésico adecuado reducirás tu dolor y evitarás recaídas. En KinePrime estamos para ayudarte. Nuestros kinesiólogos colegiados van a tu casa en Santiago para brindarte un plan personalizado y apoyo continuo. Contáctanos para programar tu primera sesión y recuperar tu espalda desde la comodidad de tu hogar.
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